Las cosas como son

El proceso para llegar a ser au-pair está lleno pero re lleno de emociones! Es indudablemente impresionante la cantidad de sueños e ideas que llegan a tu cabeza a la hora de que te nace la idea de irte a vivir a otro pais "en tan buenas condiciones" -lo escribo en comillas, recordando que lamentablemente y para nuestra desgracia, existen casos muy malos y desagradables de otras chicas con malas host families-. Pues bien, ahí estas, frente a la computadora o el televisor, escuchando o leyendo sobre un programa de intercambio cultural que te da trabajo y vivienda con casi todo pagado, y hasta educación te regalan. Bueno, dependiendo de cada país, la emoción con la que escuchas esa idea, simplemente te lleva al cielo y te llena de ilusión. Creo que ya lo he dicho un par de veces, pero esta idea está bien vendida. Ganar hasta 10.000 dolares al año, 500 dolares en estudios, una familia que te acoge para ser como uno mas de ellos, y vivir la experiencia de disfrutar de todo esto en otro pais, aprendiendo una nueva cultura y un nuevo idioma, es simplemente algo maravilloso. Y pasan los días, postulas, haces el test de inglés, llenas los papeles, y mientras esperas el bendito e-mail aceptando tus papeles de postulación, piensas, sueñas, sonriés, piensas, sueñas, sonríes, y repite. Vives en las nubes imaginándote lejos y viviendo la aventura de tu vida!  Y sí, llega el bendito día, te aceptan, te dan tu clave y nombre de usuario para que te registres en el Aupair-room, ese espacio virtual en el que la agencia y las host families se contactan contigo. Ahí estás, esperando a que alguna familia te contacte... Llenas tu perfil, subes fotos y un video, haces todo lo humanamente posible para que tu "perfil" se vea de maravilla y muchas familias te contacten para una entrevista y poder llegar al bendito "match" (cuando finalmente ambas partes acuerdan hacer el intercambio y tu viajas hacia su destino). 

Bueno, este ES el proceso mas ambiguo de toda aupair. Hay quienes tardan meses en poder concretar una entrevista, otras que solo en unos dias logran contactar muchas familias, simplemente este proceso es algo de suerte. El punto es que tu perfil te avisa que X familia ha entrado a tu perfil, pero eso no significa nada aún, mientras no te llegue algún mail pidiendo una entrevista, entonces nada está dicho. Los días pasan, y tienes un par de familias en tu perfil, pero no sabes porqué causa, razón, motivo, circunstancia, no te han pedido hacer entrevista, entonces ahí comienzan las dudas, la desesperación. Empiezas a buscar por internet casos de otras aupairs y ver si es que a través de la web consigues algo de calma en medio de la tormentosa espera de la host family. Hay un montón de dudas e incertidumbres que surgen mientras estas esperando por familia... Recordemos que decidir ser Au-pair es como tirarse al vacío. De verdad. Es como tomar un avión, llegar a lo más alto, tomar un paracaída, abrir la puerta, mirar hacia abajo y no ver absolutamente NADA, sentir el viento contra tu cara, y aún así, tener la valentía y el coraje de TIRARSE pese a que solo hay nubes entre tu y el "supuesto" suelo al que debes caer, simplemente es un salto al vacío lleno de incertidumbre que solo se concreta después de vivir un par de semanas con tu "nueva familia americana". En fin, durante la espera de la entrevista, haces planes. Piensas en como gastar tu dinero, como ahorrar, que compraré, a dónde viajaré, qué no haré, que SÍ haré, que rutina diaria tendré, qué ropa o estilo usaré, etc. Piensas en todo menos en si tendré el suficiente tiempo para todo ello, o si simplemente tendré la fuerza para adaptarme a una nueva cultura lejos de todo... Jamas te detienes a pensar como cambiará tu vida por el simple hecho de no tener el abrazo diario de tu madre, o como tener o no tener un auto puede hacer un cambio radical en tu estadía con tu nueva host family, o en cómo será vivir en el mismo lugar en el que "trabajaré". Y lo más importante, como lidiaré conmigo misma y mis mañas y manías cotidianas...

Mi recorrido de aventuras como au-pair ya está por terminar, y luego de vivir dos años con dos diferentes familias, en dos diferentes lugares, y en dos diferentes circunstancias de mi vida, me hacen querer hacer una breve conclusión de fin de ciclo.
Dejé tierras chilenas en marzo del 2015, con dirección a San Diego, y hoy, luego de casi dos años, quiero mirar atrás y ver a esa mujer que salio con dos maletas llenas de sueños. Quiero verla y compararla con la que escribe estas palabras ahora.

Antes de ser Au-pair

Soy una persona bien activa, me gusta despertar en las mañanas con música, y por lo general música que va en aumento. Mis padres, amigos y familia saben de éstas mañas que tengo y las respetan, quizá hasta las disfruten, no sé, pero nunca se complicaron por ello. Suelo además ser bien analítica, y pongo caras muy serias cuando me hablan, simplemente porque pienso en más de tres cosas a las vez. Hago un paréntesis en este punto porque estos detalles cotidianos, son los que a la larga harán de tu estadía un sueño o una pesadilla. Lamentablemente mi estilo de vida cotidiano no era para nada del gusto de mi antigua host mom. Con esto no quiero decir que ella fuera mala, sino que simplemente yo y mis hábitos no son de su gusto. Sin embargo, y en contraste, muchos de mis hábitos fueron super bien apreciados con mi segunda host family, la única gran diferencia, es que por lo menos mi primera host family disfrutaba escuchando Norah Jones conmigo, sin embargo, mi segundba host family no la aprecia mucho. Hahaha! Pero eso si que es un detalle! Mi segunda host family no se complica para nada si mientras cocino pongo Norah Jones. De echo, como anécdota, ya mis amigos y familia acá en San Rafeal, saben que si escucho esa música es simplemente porque estoy estresada y no quiero que nadie me hable. :)
En fin, el proceso de encontrar familia es fatídico, agotador, huracanado de emociones y complejo. No hay fórmula para el éxito mis lectores. No hay pregunta, ni video, ni blog que pueda responder a la gran pregunta de: cómo saber si serán una buena host family. Mi respuesta creo que va a lo racional y lógico. Las host families funcionan en el mismo orden en el que funcionan las personas, las familias y las relaciones sociales: no son perfectas. Y mientras vivas pensando que la host family perfecta es la que te dará auto, te llevará a disney, no te cambiará horario, tendrá solo uno o dos hijos, vivirán en una gran ciudad, te llevarán a todas partes y te pagarán horas extras, pues sucederá que te pegarás contra una muralla en cuanto llegues a tu nueva vida, pues no existe tal familia. Lo que sí existen son momentos. Momentos de felicidad que parecen perfectos, y a ellos es a los que hay que aferrarse cuando las cosas se vean complicadas. Por supuesto que habrán familias que te lleven a lugares preciosas y soñados, pero quizá con esa misma familia tendrás problemas con el horario, o quizá no podrás disponer de un automóvil todo el tiempo que tu lo desees, o quizá la actitud de alguno de los integrantes de la familia no sea de lo más agradable para ti, o quizá no te guste la forma en la que alimentan, en fin, hay un sin número de elementos que juegan en contra a la hora de pensar en la "host family perfecta".
Bueno, la hora llega, logras hacer un par de entrevistas con ciertas familias. Los primeros elementos que evalúas son el lugar en dónde vivirás, cuántos niños deberás cuidar, y qué cosas interesantes a tu alrededor están cerca para que puedas disfrutar. Te vas a un país famoso, y por supuesto querrás ser testigo de las cosas que destacan. Este, oeste, calor, frío, son elementos que evalúas continuamente a medida que haces más entrevistas. Finalmente, sientes ese toque especial en el corazón luego de un par de entrevistas y dices sonriente: esta es mi host family!

Siendo Au-pair
Llegas al bendito trainning... No hace falta decirlo de nuevo, pero lo reitero: el trainning que no vale la pena. Jajaja! Ya he comentado mi idea y lo que pienso respecto a ello, así es que seguiré adelante. Llegas a tu nueva host family cansada del viaje, del que no has parado desde que saliste de tu casa original. Pues te despides en el aeropuerto, te subes al avión, te bajas del avión en New York, llegas por la mañana de un lunes a un hotel en New Jersey para el entrenamiento, vas a tu desayuno, dejas tus cosas en tu dormitorio, y comienzas con clases por todo el día. Sales por las tardes a conocer a tu alrededor, y vives así por tres días, para finalmente volar con destino a tu nuevo hogar, el que será tu trabajo y familia por un año, y llegas cansada, agotada, exhausta. Y bueno aquí el cuento es 100% diferente en todas las aupair. Hay quienes tienen tremendas bienvenidas, cargadas de calma y paz de saber que llegan a un lugar y a una familia que realmente es la que vieron por cámara, pero hay otras, que llegan a darse contra la muralla... Llegan a un cuarto mal arreglado en un subterráneo sin contraseña de wifi, y sin mayor contacto con la nueva host family... Hay de todos los casos. Me guiaré por el mío.
Yo llegué a San Diego un día jueves cinco de Marzo del 2015, y mientras caminaba por el segundo piso del aeropuerto, miré hacia abajo, y ahí estaba mi host mom parada con el pequeño Cannon de 3 años con un globo de helio en su mano para mi. Eran cerca de las 9 de la noche, y yo estaba exhausta, fuera de que existía diferencia horaria, mi cuerpo sentía que fueran como las 1 am... recordando que sin parar desde el 1 de marzo que salí de Chile.
Llegué a una casa hermosa, con un dormitorio genial y con la sorpresa de que al día siguiente estaría libre. Defino mis tres primeros meses como un sueño. Todo te sorprende, todo te parece genial, la comida, los lugares, manejar todo el tiempo, tener tu propio dinero y salir de compras, y por supuesto, el estilo de vida americano, que está cargado de planes y actividades. Por esto dividiré el proceso en tres etapas: 3-6-12 meses.

Primer período: Tres primeros meses 
Estás adaptándote. A tu nueva vida, a tu nuevo entorno, a la idea de cómo lidiar con tu trabajo, tu casa, tu familia y tú en un mismo lugar. Estás adaptándote a tu nuevo yo y como lidiar contigo misma y todos estos nuevos elementos. Estás adaptándote a un nuevo lenguaje, nueva cultura, nuevos modismos, nueva sociedad. Adaptándote a entender el concepto del "amor", o el concepto de "familia" de forma muy diferente a como quizá lo entendías (ojo que esto no significa que sea algo malo o bueno, son simplemente diferencias culturales, que se ven reflejado en cómo vives esos dos conceptos). Adaptándote a encontrar cómo llenar los vacíos que tu familia y amigos dejan. Adaptándote a la idea de que ahora estás sola.
Segundo período: Seis primeros meses
La dinámica de las relaciones son radicalmente diferentes a como las vives en tu país de origen. Y de eso te vas dando cuenta cuando ya pasaste el primer período. entras al cuarto mes pensando que estas confundida y cansada, la rutina y el trabajo empiezan a sacar la cuenta, y recuerdas tu primera semana de ánimo supremo animándote a ti misma a tener un día completo de actividades desde muy temprano. Bueno, todos esos planes se van un poco a la basura, porque es en este mes en el que despiertas del sueño, y te das cuenta que el trabajo pesa mucho más de lo que pensabas, simplemente por todos los elementos que giran a su alrededor. El idioma, las relaciones sociales, los hábitos alimenticios, la rapidez con la que se vive... Recuerdo en Chile mis días con mucha nostalgia. En Chile jamas existió un impedimento para ver a tus amigos luego de un día largo y agotador, porque sabías que el solo hecho de compartir un momento con ellos incluso por muy tarde que fuera, sabías que eso llenaría tu estanque de energía, al final sabías que valía la pena... Pero acá, me he visto diciendo muchas veces: No, estoy cansada, quizá otro día... Yo en cama a las 8 pm? Cuando? jajaja! Bueno, este segundo período está cargado de preguntas e indecisiones, cuestionamientos y razonamientos. Quizá nunca derramaste lágrimas durante tu primer período, quizá sí, pero sin duda que este segundo período está marcado de ideas en las que evalúas si realmente fue una buena decisión el venirte como au-pair.
Tercer período: los último tres meses...  
Luego que descubres que tu vida fue como una montaña rusa por algunos meses, llega el período final de establecimiento. Lo defino como el punto de equilibrio, ojo, no de perfección. Es ese punto en el que ya no te molesta dejar propinas cuando vas a comer, o pagar estacionamientos por donde vayas, o decir buenos días con una sonrisa sin siquiera pensarlo. Cuando ya la cultura se ha hecho parte de tu diario vivir y tus hábitos se han adaptado casi por completo a la idea de vivir en un lugar al que no conocías, es ahí cuando, adivina qué, es AHÍ cuando te llega el e-mail de la agencia preguntándote si extenderás otro año o no, y si lo harás con la misma familia o buscarás otra. Pues sí queridos lectores, cuando ya le empiezas a tomar el gustito a tu nuevo estilo de vida, es que tienes que empezar a tener una idea de que puedes re-inventarte en otro lugar, o seguir, siempre y cuando la host family te pida extensión. Ya le tomaste la dinámica a la loca de idea de vivir con tu trabajo, ya te acostumbraste a pedir el auto, o a avisar de horarios cuando quieras salir pese a que seas mayor de edad. Aquí las cosas ya son más sencillas. Ya conoces gran parte de las mañas de la familia y ya se han formado lazos, por supuesto, encuentras en los niños un tanque de amor inagotable. Solo con sus sonrisas por las mañanas, tus dudas se aclaran, tus penas se olvidan y alegría ilumina el mundo entero.
Sin embargo, pese a que decidas cambiarte de familia y empezar en otro lugar, creo que el segundo año por supuesto que estas tres etapas no serán las mismas.
Quiero hacer un especial énfasis en un sólo punto. Hay solo un factor que influye en toda la dinámica de tu aventura au-pair, una vez que ya manejas ese elemento, los demás factores serán llevaderos durante el proceso.
La verdad es que pensé que no sería una entrada tan larga, pero mientras más escribo, más ideas tengo para explicar mejor esta experiencia. La segunda parte de esta entrada tratará de los procesos que se viven durante el segundo año de extensión. Espero que por ahora esto aclare mucho más el panorama y los motive a tomar la decisión que más les convenga. Por mi parte, no me arrepiento de nada, esta aventura ha sido la mejor me vida, con altos y bajos, con penas y alegrías, pero con mucha voluntad y coraje que me han convertido en una gran mujer el día de hoy.
Y como siempre les digo, dejen sus comentarios y dudas, y trataré de escribir sobre ellos. De verdad, tengo mucho material, pero me motiva más cuando veo que tengo lectores a los que puedo ayudar!
Feliz nuevo año y que todos sus deseos se cumplan!
Abrazos!
Vanesa.